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EL PRÓXIMO BOOM TURÍSTICO

Turismo y COVID-19: ¿El fin de la actividad turística?

Los últimos informes y cifras dadas con relación al estado del virus SARV-2, conocido comúnmente como COVID-19,  han mostrado un repunte de contagios a nivel mundial; países que iniciaron reapertura de sus fronteras y economías se han visto afectados con alzas en contagios y aún se sigue expectante al estado de la curva. Esta situación ha hecho que muchas ciudades y fronteras empiecen a restringir y hasta cerrar sus territorios.

Ahora, mientras que este panorama lo vemos muy marcado en el continente europeo; en las Américas, y específicamente Latinoamérica, que hasta hace pocos meses inicio la reactivación de sus economías, haciendo un ejercicio paulatino de aperturar sectores, la incertidumbre no se ha hecho esperar.

Esta situación ha generado muchos interrogantes, en días pasados me preguntaron: Frente a un hipotético segundo cierre y cese de la actividad económica, ¿El turismo se acabará, para el país, para la región, para Cartagena?

Reflexionado sobre esa pregunta, se puede decir que indudablemente nos detendríamos en el progreso y crecimiento constante que la actividad turística traía. Ya hemos resaltado los aportes que el turismo le ha dado a las regiones, ciudades y países, el flujo turístico y la dinámica cultural que compartimos y disfrutamos por años cesaría, pero estoy segura que no será el final.

No quiero basar mi opinión en especulaciones de qué pasara sí. Quiero hacer un ejercicio de retrospección. Mirar atrás y recordar que hicieron los de antaño, aquellos que forjaron la actividad, sembraron los cimientos y la trajeron hasta lo que ha sido hoy. En estos tiempos es bueno recordar el pasado, no para añorar lo que fue sino para aprender y prepararnos para lo que vendrá.

El turismo históricamente se ha visto afectado por todos los fenómenos económicos y sociales que se han generados a lo largo de los años. Los inventos en la era industrial por ejemplo los aprovecharon nuestros antecesores para reforzar el servicio. El avance de las tuberías de desagüe internas, permitieron que los hoteles tuvieran baños en las habitaciones. El teléfono permitió no solo hacer reservas directamente sino que le dio más lujo a las habitaciones y le dio nacimiento al “room service”, ahora piensa en los barcos a vapor, la aviación y el automóvil, agregaron mucho valor a nuestra actividad y permitieron la creación de nuevos productos turísticos, solo por mencionar algunos casos.

Igualmente, esta actividad soporto altibajos de la economía, las desigualdades o desestabilidad política de las diferentes épocas históricas. Entre esos hechos me quiero detener en los fenómenos que para mí han sido más devastadores a nivel mundial: la primera y segunda guerra mundial.

Antes de la I Primera Guerra Mundial el turismo experimentaba un apogeo y crecimiento constante. Los flujos turísticos comenzaban a tener mayor relevancia y marcaban un hito en el tránsito de personas. El turismo era considerado una actividad local pero fue creciendo y transformándose en mundial. En Europa empiezan a destacarse países y sus ingresos a razón del turismo; por su parte en América se inicia la consolidación de diversos atractivos turísticos en países como Estados Unidos, Argentina y Chile. El producto más destacado era sol y playa pero también había interés en la naturaleza y los deportes aunque tiene un enfoque más hacia las clases altas sociales.

Entre las dos guerras mencionadas hay un periodo de 20 años que le permiten al turismo continuar un desarrollo constante hasta el inicio de la II guerra mundial que genera una parálisis económica sin precedentes. Posterior a este hecho, el retomar la actividad turística le toma a los países más de 5 años dando inicio así a un periodo de oro para el turismo también llamado “Boom Turístico”.

Ese boom es la “ola” que nos ha traído hasta aquí. De la cual cosechamos estos 70 años después de ese proceso. Ahora, no estamos preparados para algo así, es cierto, pero ¿No habremos de soportar?, caeremos y ¿No nos levantaremos? Hemos recibido lo bueno, cosechamos los frutos del esfuerzo de aquellos en el pasado, ¿No sabremos recibir también lo malo?

Sin duda alguna, estamos aquí. A esta generación le ha tocado vivir este proceso que si bien no es comparado a los hechos antes mencionados, se han vivido características parecidas y nos permite aprender.

Creo que esta generación, y en especial en el sector turístico, es la que tiene un talante, un fuego en su interior que puede llevar este tiempo a una nueva “ola”.

No sea que estemos allanando el camino para un nuevo “boom turístico”


Tabla 1. El turismo en periodos de guerra

Etapa

I Guerra Mundial

II Guerra Mundial

Antes de la guerra

El turismo se encontraba en pleno auge

(1928) Inversión en el turismo

Muchos países empezaban a tener sustanciales ingresos anuales

(1928) Creación de organismos y entidades para liderar el turismo.

El auge en el transporte permite que la actividad turística tome mayor fuerza

El flujo turístico empieza a disminuir principalmente por las alteraciones de orden público del momento.

Las actividades de sol y playa, aventura y deportes eran la tendencia del momento.

Frente a guerras civiles en los países se usa el turismo como instrumento de intensión de poder a través de las “rutas de guerra” y las campañas de sublevación por los países.

Durante la guerra

Periodo de Guerra (1914-1918)

Periodo de Guerra (1939 – 1945)

Se paralizó la actividad por 4 años

Llevó al empobrecimiento de la mayoría de naciones europeas y se paralizó absolutamente el turismo en todo el mundo hasta el final de la década.

El turismo internacional se detuvo

El turismo internacional se detuvo. Hubo cierre de fronteras

Se rompieron las principales corrientes turísticas: Alemania, Francia, Gran Bretaña.

Los gobiernos desconfiaban de los extranjeros por temas de seguridad nacional

El turismo interno menguo por la disminución de la calidad de vida

El turismo interno se detuvo.

Muchas compañías se declararon en quiebra o migraron a otros sectores.

Las compañías cerraron sus empresas. Se utilizó la infraestructura en pro de la guerra

Después de la guerra

 

 

Hubo disminución salarial por la depresión económica

La recuperación de las actividades turísticas a nivel internacional llegó en 1949-1950

Se inicia la reactivación del turismo (1924)

La recuperación durante la posguerra se prolongó unos años y es a partir de 1950 cuando comienza de nuevo la verdadera curva ascendente del turismo, originando el período de oro; “el boom turístico”

Se genera un marco de cooperación internacional que permite acuerdos de transito de personas y diversos convenios. (1923-1925)

Inicia la etapa de mayor expansión del turismo

Se crea el pasaporte que facilita el turismo internacional (1920)

Nace el turismo de masas

 

Crece paulatinamente el flujo de viajeros

Todos los adelantos tecnológicos, de comunicaciones, etc. Son aprovechados por el sector turístico.

Se da inicio a la planificación de diferentes complejos e infraestructura turística.

El avance en el transporte potencializa la actividad

Hubo una lenta mejora de las infraestructuras de trasportes y acogida.

El uso de la aviación a nivel comercial da mayor impulso al turismo internacional

Se realizaron iniciativas legisladoras en pro del turismo

Se consolidan empresas: cadenas hoteleras, franquicias, etc.

Aparecieron organismos oficiales de turismo

Los gobiernos ven en el turismo la herramienta para apoyar al tejido social y cultural de sus territorios.

El turismo toma un papel de destacada importancia, considerándolo fundamental por dos aspectos: el cultural y el económico. Desde el punto de vista cultural, al satisfacer “una necesidad espiritual, ilustrando y enseñando conocimiento del arte y la historia” y desde el económico por la generación de ingresos.

Se inicia un marco de cooperación internacional, diversos convenios e instituciones internacionales dan bases solida a la estabilización y consolidación de la actividad.

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