En algunas culturas hablar de “ocio” es hablar de desorden, no productividad, pérdida de tiempo, etc., sin embargo, al dar una vuelta por las primeras civilizaciones hay algunas, entre ellas los griegos, conocidos por su dedicación a la educación, ciencias, filosofía y a quienes les debemos el hecho de tener un tiempo para descansar; ellos llamaron a este tiempo Skholé: “un estado de paz y contemplación creadora en que se sumía el espíritu” y que terminaba en un proceso cognitivo, de pensamiento, de conocimiento. Es decir que, el ocio era inicio de la productividad y la creación y por ende un deber, un derecho adquirido y necesario. Al transcurrir el tiempo y con la influencia del imperio romano el “skhole” paso al latín “OTIUM”, entendido como un “tiempo de descanso, paz, tranquilidad, sosiego…”; entre los hallazgos históricos se encuentra que Cicerón menciona: “es un tiempo de descanso del cuerpo y recreación del espíritu, necesarios para volver a dedicarse -una vez recuperados-
El hablar de coches es hablar de la historia de Cartagena. Y es que ya en algunos relatos de 1741 se mencionaba la existencia de los coches en la ciudad. Por ejemplo, el Padre Joseph Cassani quien publicó un libro en Madrid para esa época relato que el corralito de piedras en el año 1622 tenía coches. Por su parte, en la historia del transporte en Colombia encontramos que Cartagena fue la primera ciudad que tuvo coches en el país. Y que inicialmente este servicio de transporte se utilizaba de manera privada, y posteriormente fueron utilizados para transportar a las personas del mercado viejo a los primeros barrios de la ciudad. Ya para la década de 1950, cuando Bocagrande inicia su apogeo, los primeros cocheros se trasladaron a esa área y continuaron con su trabajo de transportar a las personas y entre ellas algunos visitantes que llegaban. Al pasar de los años los coches toman mayor relevancia y estos pasan de transitar entre los barrios aledaños a sectorizar sus actividades entre e